MATER IMMACULATA

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HORARIO DE MISAS

VERANO

DE LUNES A SÁBADO

8:00 DE LA MAÑANA Y 8:00 DE LA TARDE

DOMINGOS Y FESTÍVOS

10:00 Y 12:00 DE LA MAÑANA Y 19:00 DE LA TARDE

ERMITAS Y SANTUARIO

SÁBADO A LAS 6:00 DE LA TARDE EN EL SANTUARIO DEL CASTILLO

DOMINGO A LAS 11:00 DE LA MAÑANA EN ERMINTA DE SAN NICOLÁS

DOMINGO A LAS 13:00 DE LA MAÑANA EN ERMITA DE NTRA. SRA. DE LOS DOLORES (HOSPITALICO)

Sigue nuestras transmisiones de la Santa Misa

Sigue las transmisiones de la Santa Misa todos los domingos desde la Basílica de la Purísima Concepción a través de nuestro canal de YouTube a las doce del medio día.

También podrás seguir la retransmisión de la Misa a través del mismo canal Youtube de la basílica y del El Toro TV

EN ABIERTO EN TDT

– ALMERÍA

– COMUNIDAD DE MADRID:

  • Madrid. Canal 39, Frecuencia 618Mhz.
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  • Móstoles. Canal 30, Frecuencia 546Mhz.
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Comienza la catequesis infantil y juvenil.

Después de tanto tiempo y en el que tantas cosas han pasado por la pandemia que el mundo ha sufrido, volvemos a retomar con mucha ilusión la normalidad en la catequesis parroquial. Si bien es cierto que con todo el cuidado que todavía nos exige la situación sanitaria actual; no es menos cierto que comenzamos con toda la ilusión renovada, y pidiendo a Dios que en este curso que comenzamos Él lo colme de bendiciones y de alegría.

Volvemos de nuevo con el mes de octubre a iniciar las catequesis de Comunión, de Confirmación y de Posconfirmación. desde los 7 a los 18 años hay toda una programación de actividades para que en la infancia, adolescencia y primera etapa de la juventud todos puedan recibir la «catequesis adecuada a su edad» y puedan tener conocimiento y experiencia de Dios y de su amor en sus propias vidas.

A partir del día 12 de Octubre, festividad de la Virgen del Pinar, iremos llamando por edades para la incorporación a la catequesis, comenzando por los niños y niñas de primera Comunión y terminando por los grupos de Postconfirmación.

Si alguien todavía no se ha inscrito por cualquier motivo, podéis pasar por la parroquia y solicitar la ficha de inscripción.

No dejemos de rezar por los niños y jóvenes en este tiempo tan convulso y ayudémosles a encontrarse con Cristo.IMG_5541

ACTUALIZACIÓN

Estamos actualizando la página, en breves fechas podrás encontrar toda la información que precises sobre la Basílica de la Purísima. 

Gracias. 

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LA VIRGEN MARÍA Y LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

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LA VIRGEN MARÍA Y LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

“Mil querubes bellos orlan tu dosel
quiero estar con ellos, Virgen llévame.
Contigo en el Cielo, colmado mi anhelo,
¡Qué feliz seré!

Así canta el himno popular dedicado a la Madre del Señor y Madre nuestra: “Tomad, Virgen pura.”

La fiesta de la Ascensión celebrada este año el domingo 1 de junio, aunque su día propio ha sido el jueves pasado, no ha podido tener mejor preparación que el ejercicio del Mes de Mayo que hemos celebrado en el Santuario del Castillo.

Todos los días hemos subido bien temprano para ponernos a los pies de nuestra amada Patrona para felicitarla y celebrar en el Altar la Santa Misa. Subir hasta la casa de la Virgen ha sido como un ejercicio del verdadero subir de nuestra vida hasta la Casa del Cielo donde la Virgen María reina con Cristo en cuerpo y alma resucitada.

¡Qué consuelo da poder dirigir la mirada a María y aprender de ella el camino de la fe! Su Santidad el Papa Francisco nos ha recordado en el Santo Cenáculo de Jerusalén que la Iglesia es una familia que tiene una Madre: La Virgen.

La Santísima Virgen es esencial en nuestra vida de cristianos. Jesús nos la dio como madre amorosa en el momento de su muerte en la cruz: “Ahí tienes a tu Madre”, y así queda claro que si no tenemos a María como madre no podemos tener a Jesús como hermano, maestro y Señor.

Jesús ha subido al Cielo no para olvidarse de nosotros, sino para prepararnos un lugar donde gozar con él por toda la eternidad. Así nos lo dijo en la Última Cena: “Me voy a prepararos sitio. Cuando os lo prepara vendré y os llevaré conmigo para que donde estoy yo estéis también vosotros” (Jn 14,2b.3). Así lo canta también la liturgia en el prefacio de la misa de la Ascensión: “Jesús, el Señor, el rey de la gloria, vencedor del pecado y de la muerte, ha ascendido hoy ante el asombro de los ángeles a lo más alto del cielo, como mediador entre Dios y los hombres, como juez de vivos y muertos. No se ha ido para desentenderse de este mundo, sino que ha querido precedernos como cabeza nuestra para que nosotros, miembros de su Cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de seguirlo en su reino.”

El Buen Jesús también nos ha recordado el camino para ir al Cielo: “A donde yo voy ya sabéis el camino… yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mi” (Jn 14,4.6). La Virgen ha sabido seguir así a su Hijo en el peregrinar de la fe, como nos recordó el Papa San Juan Pablo II, y que a ella le tocó vivir hasta llegar a la cima del Calvario, por eso vivir junto a María nuestra Madre es garantía segura de vocación celestial. Pero cuidado: vivir junto a la Virgen para aprender de la Virgen el camino de la fe que a cada uno nos toca andar en esta vida experimentando su ánimo, su consuelo, su corrección y su poderosa intercesión.

La Virgen nos certifica que las promesas de su Hijo Jesús son promesas verdaderas y llenas de vida. No andemos, pues, por otro camino. Hemos sido creados para el Cielo, luchemos por alcanzarlo.

¡Feliz fiesta de la Ascensión para todos!

José Antonio Abellán
Párroco de la Purísima

LAS PRIMERAS COMUNIONES Y LAS FAMILIAS

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En estos domingos pascuales se están celebrando las Primeras Comuniones de los niños que han completado su primera iniciación catequética después del Bautismo. Es un momento verdaderamente gozoso para los niños, para sus familias y para la Iglesia.

¿Cómo no resaltar la ternura, la ilusión y la fe de estos niños que se acercan por vez primera al Altar del Señor para participar de la Mesa de su sacrificio?

Los días de preparación son días de mucho ajetreo: regalos, fotos, compra de vestidos, ensayos, organización del banquete… con todo esto los niños experimentan que se acerca algo importante y extraordinario que transforma su vida. Y es verdad. Se acerca el día en que el Señor les regala unirse a él y formar con él un solo cuerpo. Del mismo modo que los alimentos los asimilamos en nuestro cuerpo mortal y se hacen uno con nosotros, así también Cristo nos une a él por el Misterio de la Comunión y nos hace uno con él.

Desde las parroquias los niños se introducen en el grupo de los comensales de la Eucaristía y aprenden a participar en ella. Os tengo que confesar que preparar a los niños para este momento sagrado es uno de los momentos más esperados de mi vida sacerdotal.

Hay personas adultas que piensan que los niños a esta edad tienen una inocencia incapaz de comprender los problemas de la vida. Nada más lejos de la realidad. Los niños son niños, es verdad, pero ni son ignorantes, ni inocentes, ni simplones. Es verdad que no se les puede reclamar que tengan la capacidad reflexiva de los adultos, pero eso no quita para que tengan seria capacidad reflexiva a su nivel. Los niños son capaces de distinguir el bien del mal, son capaces de maquinar obras de justicia y obras de injusticia, son capaces de tener una fe impresionante que piensa y ama y son capaces de sufrir y de hecho sufren aunque callen. En el mundo de los adultos los niños no son escuchados y por eso no hablan, pero si se les preguntase veríamos qué capacidad más impresionante tienen para decir verdades sin dobleces y poner los puntos sobre las íes.

Una de las cosas que más me impresiona a la hora de dialogar con los niños e invitarles a rezar espontáneamente es la importancia que dan a su familia. “Te pido, Señor, por mi familia” es una oración continua. Su familia son sus padres, sus hermanos, sus abuelos, sus tíos, sus primos…” Cuando piden por su familia piden que ese espacio vital nunca les falte, que siempre estén unidos aunque se peleen. Su familia es el engarce de su vida. Son capaces de comprender que el padre y la madre se enfaden, aunque no les guste, pero no pueden comprender que el padre y la madre se separaren, para ellos eso es un desgarre que oprime su alma y que no son capaces de asimilar, es siempre una bola indigesta. Este sufrimiento, por las circunstancias que rodean a algunos hogares en nuestro tiempo, puede también aparecer con mayor vehemencia para los niños en la fecha de su primera Comunión. Quiera el Señor conceder a todos los padres vivir lo más unidos posible en bien de sus hijos en estos días tan importantes para ellos.

Los niños piden muchas cosas superfluas para sus ilusiones momentáneas, pero también saben pedir para el fundamento de su vida, y ahí piden siempre el amor del padre y de la madre y el amor entre el padre y la madre porque ellos saben que han nacido de ese amor y lo necesitan para crecer sanos y estables. No vale cualquier otro amor sino el de su papá y su mamá.

En el momento de la Primera Comunión se vive con mucha finura la verdad de que la familia es la “primera iglesia” del niño. El espacio donde se vive profundamente la belleza de la fe que se demuestra en la oración y en el amor entre todos los que conviven en el mismo hogar familiar. Que el acontecimiento sagrado de acercarse al Altar del Señor nos ayude a todos a ser agradecidos por nuestras familias y a trabajar sin descanso por su unión.

José Antonio Abellán
Párroco de la Purísima

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SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA

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“SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA”

En el camino de la Pascua hasta la fiesta de Pentecostés nos detenemos este domingo en una frase del Señor: “Sin mí no podéis hacer nada” ( Jn 15,5). Es una frase contenida en el evangelio de San Juan que se leyó precisamente el jueves pasado en la misa de San Isidro Labrador.

En primer lugar habría que decir que es una frase muy atrevida. ¿Cómo que sin Jesús no podemos hacer nada? Jesús ha sido categórico, no ha dicho podéis hacer muchas cosas, pero no todas, algo sí pero algo no… ha dicho “nada”.

¿Y todo lo que hacemos sin contar con Jesús?

Para responder a esta pregunta debemos acordarnos de aquella afirmación que dijo en el Evangelio de San Mateo: “El que no recoge conmigo, desparrama”. (Mt 12, 30) En ese sentido sí que hacemos cosas sin Jesús, pero todo consiste en desparramar, no en construir.

Nos ha tocado una etapa seria de la historia aunque muchos quizás no se han dado cuenta de ello o vean señales que no sepan descifrar. Me refiero a que nos ha tocado una época en donde la deconstrucción de la sociedad hasta ahora basada en los pilares del cristianismo es un empeño constante y programado sea por grupos de presión social o política, sea por otros intereses oscuros. El caso es que hay una insistente presión y alcance para suprimir el cristianismo de la sociedad occidental. ¿Alguien se ha preguntado qué vamos a poner cuando el cristianismo se consiga erradicar? ¿Alguien se ha preguntado qué futuro se está planteando en nuestra sociedad en todas aquellas facetas donde el cristianismo ha dejado de ser señal que ilumina muchas conciencias, por ejemplo en el matrimonio, en la familia, en la atención a los débiles, en la justicia social y laboral…?

Hay una palabra que podríamos considerar como la carcoma del árbol del cristianismo y de toda la cultura occidental bajo cuyas ramas nos hemos cobijado hasta ahora: el sustantivo es “sentimiento”, el verbo es “sentir” y el adjetivo “sentimental”. Todos tenemos sentimientos, es verdad, y son parte de nosotros mismos, pero los sentimientos no pueden ser los garantes de la rectitud de una vida porque los sentimientos son volátiles.
¿Nadie ha oído o dicho nunca: “ya no “siento” amor por ti, no me “siento” hombre o mujer, no “siento” escrúpulos o remordimientos, no me “siento” culpable, me “siento” o “no me siento” bien…? ¿No se os ha dicho: Lo importante es que te “sientas” bien, ​que te “sientas” a gusto…
El sentimiento es muy afectivo, emotivo… y poco racional. Y en esto está el problema, que en la deconstrucción de la sociedad se ha dado cabida a lo irracional frente a la razón. Hay un dicho que reza así: “El corazón tiene razones que la razón o entiende”. Es un dicho bonito, si, pero no es verdadero. La razón es lo que nos hace descubrir la verdad de la mentira, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo… La razón entiende todas las razones porque todas las razones son razonables y razonadoras. Podemos poner el dicho al revés: “La razón tiene razones que el corazón no entiende”, y eso sí que es verdad, porque el corazón está por debajo de la mente, el sentimiento de la razón.

Porque nos gobierna el sentimiento y nos acogemos a lo afectivo y entonces perdemos la libertad, nos sometemos al “pensamiento único” del cual no se puede discordar, un pensamiento único que pretende subyugar cualquier opinión en contra, un pensamiento único sentimental del que, a veces, no se escapan ni siquiera algunos pastores de la Iglesia que, sea por presión, o por humus de vida, o por error, o por acomodación al esquema social imperante, o por convicción (Dios no lo quiera) acceden a dar al sentimiento carta de luz sobre los comportamientos humanos en detrimento de la razón.

Cristo nos enseña que no es el sentimiento lo que gobierna su comportamiento sino su razón. Jesús de Nazaret no se mueve por sentimientos ni por afectos, sino por fidelidad a la voluntad del Padre y esa fidelidad es lo que le hace ser libre y perfectamente humano y realizar el bien, la verdad y la belleza. Sin Cristo esto es imposible. Si por sentimientos y afectos fuera, Jesús nunca hubiera subido voluntariamente a la cruz para dar la vida, ni hubiera aceptado el camino del sufrimiento para demostrar la inmensidad del amor divino.

Hay una oración del oficio de la Misa después de la Comunión en la que se pide a Dios que sea la fuerza del Sacramento recibido, es decir Cristo, y no nuestro sentimiento, quien mueva nuestra vida.

Eso es lo que yo pido para mí para que no claudique en mi libertad, en el seguimiento sincero del bien y de la verdad y para que mi vida no quede desparramada en el absurdo sino bien construida.

“Sin mí no podéis hacer nada” así lo dijo Jesús y así lo creo yo, y así espero que lo creáis vosotros.

José Antonio Abellán
Párroco de la Purísima

DOMINGO DEL BUEN PASTOR (IV DE PASCUA)

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DOMINGO DEL BUEN PASTOR

El cuarto Domingo de la Pascua es el Domingo del Buen Pastor, así nos presentan las lecturas de la Misa a Jesús resucitado, como el Pastor bueno que da la vida por sus ovejas. Es un domingo especial para orar por los pastores de la Iglesia: El Papa, los obispos, los sacerdotes. Es también un domingo para orar por las vocaciones: tanto  al sacerdocio como a la vida religiosa.

El Papa Francisco nos recuerda que la vocación sacerdotal y religiosa nace en el humus de una vida comunitaria: “Os hará bien participar con confianza en un camino comunitario que sepa despertar en vosotros y en torno a vosotros las mejores energías. La vocación es un fruto que madura en el campo bien cultivado del amor recíproco que se hace servicio mutuo, en el contexto de una auténtica vida eclesial. Ninguna vocación nace por sí misma o vive por sí misma. La vocación surge del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia del amor fraterno.” (Mensaje para la jornada mundial de las vocaciones 2014).

Tanto en los grupos de confirmación como en los demás grupos y comunidades de la vida parroquial el Señor llama a jóvenes de ambos sexos a vivir más consagrados a Él. Todos estamos consagrados a Dios por el Bautismo, pero esa consagración debe tomar vida en nosotros por medio de la vocación a la que el Señor nos llama. Especialmente en esta Jornada hacemos hincapié en las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa.

Afortunadamente en Yecla tenemos un abanico precioso de vocaciones: La vida contemplativa de las Concepcionistas (“monjas encerrás”), las religiosas de vida activa: Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (Asilo) y las Hermanitas de la Anunciación (Guardería de los Ángeles), los sacerdotes que asistimos en las parroquias, entre ellos también misioneros, como D. Juan Matías, que está con  nosotros estos días de merecido descanso. Hay también hermanos religiosos en diversas órdenes y religiosas misioneras… y, además, jóvenes en camino, si Dios quiere,  de llegar al sacerdocio: cuatro seminaristas.

Estoy seguro que también hay jóvenes que se están planteando la vocación de su vida, buscando a qué los llama el Señor. No dejemos de rezar por ellos, necesitan nuestra oración para que sean “capaces de grandes ideales” (Papa Francisco) y venzan las tentaciones de quedarse con lo poco cuando pueden abrazar mucho: al mundo entero con el amor de Cristo.

No dejemos de rezar por los que ya vivimos la vocación sacerdotal o religiosa para que nuestras palabras y nuestros actos vayan encaminados a presentar la belleza, la verdad y la bondad de la vocación consagrada exclusivamente al Señor. Y que Dios siga bendiciendo a Yecla con la llamada y la respuesta de niños y  jóvenes que quieren ser sacerdotes o religiosos en el seno de la Iglesia, nuestra madre.

MES DE MAYO EN EL CASTILLO

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MES DE MAYO EN EL CASTILLO

En este mes las actividades extraordinarias ocupan un gran espacio en nuestra vida religiosa. En primer lugar hay que recordar la subida diaria al Castillo para celebrar el Mes de María. Son muchas las personas que van cada mañana a ver a la Virgen y celebrar junto a su imagen la Santa Misa, culmen, centro y fuente de nuestra fe. La Purísima Concepción , nuestra amada Patrona, es un imán que atrae junto a sí a tantos hijos de Yecla que le devuelven la visita que ella nos hizo en los días de la fiesta. Animémonos a subir al Santuario. Muchos quieren y no pueden por la edad o la enfermedad o los horarios de trabajo, otros pueden y no quieren sea por ignorancia, por descuido o negligencia…
Es tan hermoso ver a tantos hijos de María ocupando las naves del Santuario y rezando con fe humildad y amor, cantando al Señor y a la Virgen, ofreciéndole el regalo de la flor de su corazón.
Con motivo de esto animémonos a rezar todos los días la antífona “Bendita sea tu pureza”, que hemos aprendido desde niños o cualquier otra oración de especial consagración a la Virgen. No sintáis vergüenza de manifestaros hijos de María, no dejemos ningún día de nuestra vida sin saludar a nuestra Madre y no olvidemos que allí en el Castillo la Virgen siempre nos espera.
También las escuadras que forman la soldadesca de Nuestra Señora en la Fiesta de la Virgen suben al Castillo en el Mes de las Flores para hacer la ofrenda a nuestra Patrona. Las escuadras de la insignia del Bastón lo harán este sábado día 10 de mayo y las escuadras de la insignia de la bandera lo harán el día 24. Saldrán las 6 de la tarde del Atrio de la Basílica para celebrar la Santa Misa a las 7 de la tarde ante el altar de nuestra Patrona. Anteriormente, el sábado 3 de mayo subió el Cabildo de Cofradías y Hermandades Pasionarias para agradecer al Señor y a la Virgen la preciosa Semana Santa que hemos podido vivir. Allí hicieron ofrenda también, además de las flores, de un donativo de 2000€ como fondo de caridad para atender, por medio de Cáritas, las necesidades de los yeclanos que tengan mayores dificultades. Desde esta página web agradecemos a todas las Cofradías y Hermandades pasionarias su generosidad. Es bonito recordar aquella cuarteta que se canta por la huerta murciana en estas fechas:
“La Virgen no quiere flores
que el tiempo se las marchite.
Ella quiere corazones
que la caridad practiquen.”

José Antonio Abellán,
Párroco de la Purísima.